Es fundamental que las mujeres reciban atención médica adecuada durante el embarazo para monitorear su salud y la del feto, realizar exámenes de rutina, recibir orientación sobre la alimentación y el estilo de vida saludables, y detectar y tratar cualquier complicación que pueda surgir.

Durante el parto, es esencial contar con personal capacitado y con los recursos necesarios para garantizar un parto seguro y sin riesgos. Esto implica brindar atención médica adecuada, controlar el progreso del trabajo de parto, manejar cualquier complicación que pueda surgir y asegurar un ambiente seguro y respetuoso para la madre y el bebé.

Después del parto, las mujeres necesitan recibir atención médica y apoyo para recuperarse física y emocionalmente. Esto incluye el cuidado de las heridas del parto, la lactancia materna, el control del estado de ánimo y la prevención y detección temprana de posibles complicaciones postparto.

La salud materna también implica la prevención y tratamiento de complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto, como la hipertensión gestacional, la hemorragia postparto, las infecciones y otras condiciones médicas que puedan poner en riesgo la vida de la madre y el bebé.